Padre, tu pones en mi boca las palabras adecuadas durante mi entrevista para el empleo en el día de hoy. Me dirijo a esta entrevista confiado y en perfecto balance, ya que voy a ofrecer mis servicios no a solicitar un favor.
Tengo fe en mi preparación, en mis talentos y en mis habilidades para aprobar cualquier examen que tenga que tomar, como para desempeñar el puesto que tú Oh Padre tienes en proyecto para mi.
"...Y antes que exclamen, responderé yo". Nos promete el Señor.
